Si has tenido la oportunidad de visitar Japón, es posible que hayas notado una peculiaridad en los semáforos que va más allá de las luces rojas, amarillas y verdes convencionales.
En la mayoría de los países del mundo, los semáforos han seguido un estándar internacional establecido por la Convención de Viena sobre señales de tráfico en 1968, adoptando luces rojas y verdes para regular el tráfico. Sin embargo, en Japón, este patrón se ve interrumpido por la presencia de luces azules en lugar de las tradicionales luces verdes. ¿Cuál es el motivo detrás de esta peculiaridad?
Culturalmente significativo
La respuesta se remonta a las raíces culturales y lingüísticas de Japón. En la antigüedad, el japonés no distinguía claramente entre el verde y el azul, utilizando una sola palabra, «aoi,» para describir ambos colores, (y no, no eran daltónicos xD). Aunque en la actualidad existen palabras separadas para azul («aoi») y verde («midori»), la transición cultural no fue instantánea.
Durante la Segunda Guerra Mundial, esta distinción se volvió crucial: la necesidad de pintar los portaviones con un tono más cercano al azul, llevó a la sociedad japonesa a reforzar la diferenciación entre ambos colores. De esta manera, se evitaba cualquier confusión y se aseguraba de que el azul y el verde mantuvieran sus identidades visuales únicas.
Este cambio lingüístico refleja la adaptación cultural a las necesidades de la posguerra y cómo incluso el lenguaje puede ser moldeado por eventos históricos significativos.
Después de la guerra, aunque se introdujeron semáforos con luces verde y roja estándar en Japón, la gente seguía refiriéndose al color verde como «aoi». Esto llevó a que, en algunas áreas, la luz verde se iluminara en azul, dado que ambos colores eran denominados «aoi».
La psicología del color
Además de la influencia cultural, el color azul en los semáforos de Japón también tiene que ver con la psicología del color.
Resulta que el azul tiende a transmitir una sensación de calma y seguridad. Así que, al usar el azul en los semáforos, la idea es decir «ten calma, pero con precaución» a conductores y peatones, sin ponerlos nerviosos con colores más intensos como el rojo o el amarillo.
Así que, básicamente, es una movida para que todos estemos tranquilos mientras cruzamos la calle o conducimos. ¡Curioso, ¿verdad?!
Adaptación a la tecnología LED
Aunque el gobierno japonés decretó en 1973 que los semáforos debían ser verdes, con un tinte más azul, en algunas zonas aún es posible encontrar semáforos con luces azules, como un recordatorio de la evolución cultural y lingüística tras la Segunda Guerra Mundial.
Con el avance de la tecnología, la implementación de luces LED en los semáforos ha permitido una transición más fluida entre colores. La diferencia entre el azul y el verde es menos pronunciada en las luces LED, lo que ha contribuido a una mayor aceptación y comprensión de esta peculiaridad por parte de la población japonesa.
Esta singularidad en los semáforos japoneses, además de reflejar la complejidad cultural, también lleva consigo la historia de adaptación durante períodos críticos, como lo fue la guerra, y cómo estos eventos han dejado una huella en aspectos cotidianos de la vida japonesa.
La próxima vez que te encuentres esperando en un cruce en Japón, observa las luces azules y recuerda que este color tiene su historia. ¡Viaja seguro y disfruta del trayecto! 😉