Imaginad que estáis paseando por las calles de Namba, uno de los distritos más animados de Osaka, famoso por su vida nocturna y su comida callejera. Estáis saboreando un takoyaki (¡esos deliciosos bocados de pulpo!) y de repente, en medio de la selva de hormigón, os encontráis con un gigantesco león de piedra que parece estar rugiendo al cielo. ¿Sorprendidos? ¡Yo también lo estaba cuando me topé con el santuario Namba Yasaka!
El santuario de Namba Yasaka tiene ese toque especial que lo distingue de los demás. ¡Parece más bien sacado de una película de ciencia ficción que de un santuario tradicional japonés!
El rugido de la historia
Aunque la fecha exacta de su fundación se desconoce, según la leyenda, en la antigüedad se llamaba ‘Namba Shimomiya’ y era la deidad local del área de Namba. Se cree que se estableció en respuesta a una epidemia devastadora durante el reinado del emperador Nintoku en el siglo V.
Con el propósito de proteger a la comunidad de Namba de esta enfermedad, se consagró a la deidad protectora contra las enfermedades: Gozu Tenno, en la época de la era Enkyu del emperador Go-Sanjo.
Durante el reinado del emperador Go-Sanjo (1069-1073), se estableció como un santuario dedicado a Gion Gozu Tenno.
En sus primeros años, el santuario adquirió una gran importancia y contaba con un complejo de siete edificios conocido como Shichido Garan, asociado al budismo. Sin embargo, durante la Restauración Meiji en 1868, hubo cambios en la estructura del santuario debido a la separación oficial del sintoísmo y el budismo en Japón.
Desafortunadamente, durante la Segunda Guerra Mundial en 1945, los edificios del santuario sufrieron graves daños en un incendio causado por los bombardeos aéreos. A pesar de la devastación, la comunidad de Namba se unió después de la guerra para buscar apoyo económico y colaboradores dispuestos a participar en la reconstrucción del santuario.
Gracias a los esfuerzos conjuntos de la comunidad y aquellos comprometidos con preservar la historia y la cultura, el santuario Namba Yasaka fue reconstruido y ha llegado hasta nuestros días en su forma actual. Este proceso de reconstrucción simboliza la unidad y la resistencia de la comunidad de Namba frente a las adversidades, así como su determinación de preservar este lugar sagrado.
El santuario principal actual se completó en mayo de 1974. En el mismo año, se construyó un escenario con una gran cabeza de león llamado «Shishiden» consagrado en el lado oeste del recinto.
Arquitectura del santuario Namba Yasaka
Namba Yasaka destaca por su arquitectura singular que lo hace sobresalir en medio del bullicio urbano. Una de sus principales atracciones es el salón con forma de cabeza de león. Con una altura de 12 metros, es una estructura imponente que captura la atención de los visitantes.
La construcción del edificio se basa en una combinación de hormigón armado, acero y madera. Estos materiales se utilizan para crear una estructura sólida y resistente que puede soportar las inclemencias del tiempo y mantener su integridad a lo largo de los años.
El exterior del salón está acabado con resina sintética rociada con polvo de cobre, lo que le da un color distintivo y llamativo. Este tratamiento especial le otorga ese tono característico que resalta y atrae la atención de los visitantes.
Los ojos dorados y los 24 dientes del león están hechos de latón, un metal conocido por su brillo y durabilidad. Esto no solo realza la estética del shishiden, sino que también agrega un elemento simbólico. Los ojos dorados del león pueden representar la mirada vigilante y protectora, mientras que los 24 dientes demuestran su fuerza y ferocidad.
Cuando los rayos del sol se reflejan en el latón, los ojos y los dientes del león brillan, creando un efecto visual impresionante.
Además de su impactante apariencia, la cabeza de león también sirve como un espacio para la realización de diversas artes escénicas. El escenario en la parte superior de la cabeza de león proporciona un lugar para presentaciones teatrales, danzas tradicionales y otros eventos culturales.
Un detalle fascinante es el uso de los ojos como luces y la nariz como altavoz. Estos elementos agregan una dimensión interactiva a la estructura, permitiendo la creación de efectos visuales y sonoros impactantes durante las actuaciones y eventos.
El león, con su boca abierta y sus ojos penetrantes, no es solo una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de protección y buena suerte. Se dice que el león devora los malos espíritus y trae éxito en la vida. Es como un guardián feroz, dispuesto a protegerte de cualquier influencia negativa que pueda acechar en tu camino.
Horario de apertura
El santuario Namba Yasaka permanece abierto las 24 horas del día, todo el año, para que los visitantes puedan acceder a él en cualquier momento.
Sin embargo, las horas específicas para el culto religioso son de 6:30 a 17:00, durante las cuales se realizan rituales y ceremonias dentro del santuario.
La entrada al santuario es gratuita, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de explorar y disfrutar de su belleza sin coste alguno.
Cómo llegar a Namba Yasaka
A pesar de estar en una ubicación céntrica y de fácil acceso, su encanto único puede pasar desapercibido entre las atracciones más conocidas de la zona.
La estación de Namba es una de las opciones más cómodas para llegar al santuario Namba Yasaka, ya que se encuentra a menos de diez minutos a pie.
Si prefieres utilizar otras estaciones cercanas, la estación de Daikokuchō está aún más cerca del santuario Namba Yasaka.