Ubicado en medio de la exuberante vegetación del distrito de Arashiyama en Kioto, el templo Gioji es un refugio tranquilo que ofrece una mezcla de historia, espiritualidad y belleza natural. Este templo poco conocido, a menudo pasado por alto por los turistas, es una joya escondida que merece un lugar en la lista de lugares a visitar de todo viajero en Kyoto.

La historia del templo Gioji
La historia del Templo Gioji es tan cautivadora como su entorno. Los orígenes del templo se remontan a finales del siglo XII. El templo lleva el nombre de Gio, una hermosa bailarina del periodo Heian (794-1185) que se enamoró de Taira no Kiyomori, un poderoso líder militar. Sin embargo, cuando Kiyomori abandonó a Gio por otra mujer, ella se refugió en este templo junto a su hermana y otra bailarina, dedicando el resto de sus vidas al budismo.
La historia del templo no es solo un relato de amor y desamor, sino también un testimonio de la fortaleza de estas mujeres. Su historia está inmortalizada en el salón principal del templo, donde se pueden encontrar estatuas de Gio, su hermana y la otra bailarina.

El recinto del templo
Al entrar en el recinto del templo, verás un paisaje cubierto de musgo que desprende un encanto etéreo. El jardín del templo, conocido como «jardín de musgo», es una de las características más distintivas de Gioji. La alfombra verde de musgo, salpicada de arces y helechos, crea un entorno tranquilo que invita a la contemplación y la relajación.
El jardín de musgo de Gioji alberga más de 120 tipos diferentes de musgo, creando una rica paleta de verdes que van desde el lima más pálido al esmeralda más profundo. Esta diversidad de especies de musgo contribuye a la textura y profundidad únicas del jardín, convirtiéndolo en un espectáculo digno de contemplar.
La sala principal, o «hondo», es un pequeño edificio con tejado de paja que se integra perfectamente en el entorno natural. En su interior, podéis presentar vuestros respetos a la deidad principal del templo, Dainichi Nyorai, el Buda de la Luz y la Sabiduría Cósmicas.

Las estaciones en el templo Gioji
Cada estación aporta una nueva dimensión de belleza al Templo Gioji. En primavera, los terrenos del templo se adornan con flores de cerezo, creando una escena pintoresca digna de un cuadro japonés. El verano intensifica el verde del musgo, ofreciendo un refugio fresco del calor de la ciudad. El otoño transforma el templo en un estallido de colores a medida que las hojas de los arces cambian del verde a vibrantes tonos de rojo y naranja. El invierno, aunque más tranquilo, le otorga al templo una belleza serena, con el musgo y los árboles cubiertos de nieve.
Personalmente, creemos que el jardín de musgo es especialmente hermoso después de la lluvia, cuando el musgo aparece más brillante. También es un espectáculo digno de contemplar en otoño, cuando los colores ardientes de las hojas de arce contrastan con el verde frío del musgo.

El arte de cultivar musgo
La jardinería del musgo es un arte tradicional japonés que requiere paciencia, habilidad y un profundo conocimiento de la naturaleza. Los jardineros del templo Gio-ji cuidan meticulosamente el musgo, asegurándose de que recibe la cantidad adecuada de sombra y humedad para desarrollarse.
El musgo es una planta resistente que puede crecer en condiciones difíciles, pero también requiere un manejo delicado. Es una planta de crecimiento lento, y la exuberante alfombra de musgo que se ve en el templo Gio-ji es el resultado de muchos años de cuidadoso cultivo y mantenimiento.

El papel del musgo en la cultura japonesa
El musgo ocupa un lugar especial en la cultura y la estética japonesas. A menudo se asocia con la serenidad, la edad y la belleza natural, cualidades muy valoradas en el arte y la filosofía japoneses.
En el contexto del templo Gioji, el jardín de musgo contribuye a la atmósfera tranquila y contemplativa del templo. Invita a los visitantes a detenerse, a observar las sutiles variaciones de color y textura, y a apreciar la belleza de la naturaleza en su forma más delicada.

Horarios y tarifas del templo Gioji
El templo Gio-ji es un lugar de tranquilidad y reflexión, una escapada perfecta de la bulliciosa vida de la ciudad. Es un lugar donde los visitantes pueden sumergirse en la naturaleza, empaparse de la historia y quizás encontrar una sensación de paz y calma.
El templo está abierto a los visitantes de 9:00 a 17:00, y hay que pagar una pequeña entrada (300 yenes). Se recomienda visitarlo en las horas más tranquilas de la mañana o a última hora de la tarde para apreciar plenamente la atmósfera serena del templo.

El encanto del templo Gioji
Puede que el templo Gioji no sea tan grandioso ni tan famoso como otros templos de Kioto, pero su encanto reside en su sencillez y tranquilidad. Es un lugar donde la historia, la naturaleza y la espiritualidad se entremezclan.
Pasear por el jardín de musgo del templo Gioji es una experiencia sensorial. La suavidad del musgo bajo los pies, el aroma fresco y terroso del aire, el juego de luces y sombras sobre la alfombra verde… todos estos elementos se combinan para crear un entorno relajante y meditativo.
Tanto si eres un entusiasta de la historia o un amante de la naturaleza, el templo Gioji tiene algo que ofrecerte. Así que, en tu próximo viaje a Kioto, olvida por un momento los caminos trillados y descubre la belleza de esta joya oculta.

El jardín de musgo del templo Gioji es algo más que un elemento del recinto: es un símbolo de la historia del templo, de su conexión con la naturaleza y de su compromiso con la conservación de las técnicas de jardinería tradicionales japonesas. Es un testimonio de la belleza que puede encontrarse en la sencillez y de la magia que reside en los detalles más pequeños.
Así que, cuando visites el templo, tómate un momento para apreciar el musgo; es una parte pequeña pero significativa de lo que hace que este templo sea tan especial. El templo es un testimonio de la originalidad y singularidad que caracterizan el rico patrimonio cultural de Japón.
En nuestra opinión, el templo Gioji es sin duda un destino de visita obligada para cualquiera que desee conocer las joyas menos conocidas del patrimonio cultural y natural de Japón. Es un lugar que nos encantó y que recomendaríamos encarecidamente a cualquiera que busque una experiencia única y diferente en Japón.
Cómo llegar al templo Gioji
Desde Kioto, la manera más rápida y frecuente de llegar a Arashiyama es tomar el tren. Por ejemplo, puedes tomar la línea JR Sagano en la estación de Kioto y bajar en la estación Saga-Arashiyama en unos 15–20 minutos.
Una vez en Saga-Arashiyama, la zona central de Arashiyama se encuentra a unos 15–20 minutos a pie; siguiendo las señales (por ejemplo, hacia Tenryū-ji) podrás llegar a la zona donde se ubica el templo Gioji.
Dónde dormir en Kioto
Recomendamos alojarse en una machiya (una casa tradicional japonesa), sobre todo si vais en familia:
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