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Miyajima: La isla mágica de Japón y su gran torii flotante

¿Alguna vez te has preguntado qué se siente al estar frente a ese torii flotante que ves en todas las revistas y postales de Japón? Pues en Miyajima puedes vivir esa experiencia en persona. Esta joya japonesa, también conocida como la «Isla de los Ciervos«, es el lugar perfecto para desconectar del bullicio y sumergirse en un entorno casi mágico.

El santuario Itsukushima y su gran torii flotante

El Santuario Itsukushima es, sin duda, el corazón de la isla. De hecho, la isla de Miyajima se llama oficialmente isla de Itsukushima.

Una de las maravillas del santuario de Itsukushima, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1996, es la presencia de ciervos salvajes que, al igual que en Nara, se acercarán a ti, haciendo que tu experiencia sea aún más especial.

La mejor manera de llegar al santuario es dando un paseo relajado por la costa desde el punto donde te deja el ferry. A lo largo del camino, podrás disfrutar de magníficas vistas al mar y de la presencia de los célebres ciervos de Miyajima. Sin embargo, es importante seguir las normas y recordar que, aunque mansos, son animales salvajes y pueden morder si se sienten amenazados o excitados por la comida, así que id con ojo.

Construido originalmente en el siglo VI y reconstruido en su forma actual en el siglo XVIII, este complejo sintoísta está compuesto por múltiples edificios conectados por pasarelas que parecen flotar sobre el agua durante la marea alta. El santuario Itsukushima es un ejemplo sublime de la arquitectura Shinden del periodo Heian. Este diseño no es casual; en el sintoísmo, las montañas y la naturaleza son sagradas, y el santuario fue erigido para honrar la montaña sagrada de la isla.

Uno de los mayores atractivos del santuario es el gran torii flotante, ese icónico portal bermellón que aparece en tantas postales de Japón. Este torii, que se eleva a más de 16 metros sobre el mar, fue construido en 1168 y el que vemos hoy es la octava reconstrucción, realizada en 1875. Verlo al atardecer, cuando el sol tiñe el cielo y el mar de colores cálidos, es una de las experiencias más memorables que puedes tener en Japón.

  • El coste de la entrada es de 300 yenes para el santuario y otros 300 yenes para la Sala del Tesoro, o bien, puedes adquirir una entrada combinada por 500 yenes.
  • El santuario Itsukushima está abierto de enero a noviembre de 6:30 a 18:00. En diciembre abre de 6:30 a 17:00.
  • La Sala del Tesoro tiene un horario más limitado, abriendo solo de 8:00 a 17:00.

La magia de las mareas

Algo importante a considerar cuando planifiques tu visita es el horario de las mareas. Personalmente, creo que el gran torii es más impresionante cuando la marea está alta, ya que parece flotar en el agua, creando una imagen que parece sacada de un sueño. Sin embargo, cuando la marea baja, puedes caminar hasta la base del torii, lo que también tiene su encanto.

Te sugiero llegar temprano por la mañana, antes de que lleguen las multitudes, y si puedes, quédate hasta la noche, cuando tanto el santuario como el torii se iluminan, ofreciendo una vista completamente diferente y no menos espectacular.

En esta página web podrás revisar los horarios de las mareas para organizar mejor tu visita.

El salón Senjokaku y la pagoda de 5 pisos

El Santuario Hokoku está formado por un edificio de madera construido en 1587 llamado Senjokaku. Su nombre, que significa «salón de las mil esterillas», se debe a que su extensión es equivalente al tamaño de mil tatamis. Este salón fue mandado construir por Toyotomi Hideyoshi, uno de los grandes unificadores de Japón, con la intención de crear un espacio para rezar por los soldados caídos en batalla. Sin embargo, el edificio quedó inacabado tras su muerte, y aunque nunca se completó como estaba planeado, el Senjokaku se ha convertido en un santuario sintoísta dedicado al alma de su fundador.

Al estar situado en una pequeña colina cerca del Santuario de Itsukushima, el Senjokaku ofrece unas vistas inigualables de los alrededores y del famoso torii flotante.

Justo al lado del Senjokaku, se alza la pagoda de 5 pisos «Goju no To«, una estructura que destaca por su color bermellón y su elegancia arquitectónica. Originalmente construida en 1407 y reconstruida en 1533, esta pagoda es un claro ejemplo de la influencia china en la arquitectura japonesa, algo que puedes notar en los detalles de sus barandillas decoradas con flores de loto y en sus pilares de madera. Con una altura de más de 27 metros, es una de las vistas más icónicas de la isla, aunque su interior no está abierto al público.

  • La entrada para entrar al salón Senjokaku es de 100 yenes.
  • El horario de visita es de 8:30 a 16:30.

Yamabe no Komichi

Te recomiendo un paseo por el encantador callejón Yamabe, conocido también como Yamabe no Komichi. Este estrecho sendero, que es el acceso más antiguo al santuario de Itsukushima desde la zona del puerto, está lleno de historia y de rincones fotogénicos que te transportarán a otra época.

A medida que caminas por el callejón, te encontrarás con numerosas estatuas de Jizo, una deidad budista muy venerada en Japón. Los Jizo son conocidos por ser los protectores de los más vulnerables, especialmente niños, mujeres embarazadas y viajeros. No es raro ver estas pequeñas estatuas en caminos y escaleras, ya que también cuidan de los peregrinos.

Este callejón regala algunas de las vistas más impresionantes de la isla. Desde aquí, puedes admirar el icónico torii flotante de Miyajima, la pagoda de cinco pisos y los tradicionales tejados de las casas de la isla.

Calles comerciales: Omotesando y Machiya

La calle Omotesandō es el corazón comercial de la isla. Esta calle, que une el puerto de Miyajimaguchi con el Santuario de Itsukushima, es un verdadero festín para los sentidos.

Uno de los grandes atractivos de Omotesandō son los momiji manju, unos dulces en forma de hoja de arce que se han convertido en una especialidad de la región. Estos bollitos, rellenos de una dulce pasta de judía roja, están disponibles en una variedad de sabores y son perfectos para disfrutar mientras exploras la calle.

Además de los momiji manju, Omotesandō es el lugar ideal para degustar otra especialidad local: las ostras frescas. Conocidas como yakigaki, estas ostras se preparan al grill y son una verdadera delicia. Si prefieres algo más ligero, no te pierdas los platos que incorporan anago, una anguila de la región que aparece en numerosos menús locales.

A lo largo de la calle, encontrarás tanto tiendas como restaurantes que invitan a ser explorados. Si estás en busca de un recuerdo auténtico, las ohakushi (palas para remover el arroz), son una opción popular y, de hecho, en Omotesandō puedes ver la pala de este tipo más grande del mundo.

Para una experiencia más tranquila, te recomiendo que te des un paseo por la paralela calle Machiya. Esta calle, que debe su nombre a las tradicionales casas japonesas que la adornan, ofrece un ambiente más relajado. Aquí podrás curiosear en ryokans encantadores, galerías de arte y restaurantes únicos. Uno de los lugares que te sugiero es Kishibe, donde disfruté de un okonomiyaki casero verdaderamente delicioso en mi primera visita a la isla.

Parque Momijidani

El parque Momijidani se encuentra a los pies del Monte Misen y se extiende a lo largo del río que lleva el mismo nombre. Es un lugar ideal para dar un paseo tranquilo, disfrutar del aire fresco y sumergirse en la naturaleza de la isla. Si planeas subir al Monte Misen en teleférico, te recomiendo que tomes un tiempo para recorrer el parque en tu camino hacia la estación. La caminata es relajante y te permitirá apreciar la belleza natural que rodea a este rincón tan especial de Miyajima.

Este lugar es especialmente bonito durante el otoño, cuando los arces que lo habitan cambian sus hojas a un espectacular tono rojo intenso. Si tienes la suerte de visitar Japón entre mediados y finales de noviembre, este parque se convertirá en un escenario inolvidable, ya que alberga más de 700 arces de diferentes especies.

Monte Misen

El Monte Misen es la montaña más alta de la isla con una altitud de 535 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima, las vistas son simplemente espectaculares: podrás admirar el mar Interior de Seto, las islas circundantes y, en días despejados, incluso la ciudad de Hiroshima.

Existen dos formas principales de llegar a la cima del Monte Misen: a pie o en teleférico.

Subir a pie al Monte Misen

Si eres amante de la naturaleza y el senderismo, te alegrará saber que hay tres rutas distintas para subir caminando. Cada una ofrece su propia combinación de desafíos y recompensas:

  • Ruta Daisho-in: Considerada la más pintoresca y menos empinada de las tres, esta ruta te llevará entre 1 hora y media y 2 horas. Es ideal si quieres disfrutar de buenas vistas sin un esfuerzo físico excesivo.
  • Ruta Momijidani: Aunque es la más corta, también es la más empinada. Esta ruta de 2,5 kilómetros atraviesa el denso bosque y te llevará alrededor de 1 hora y media. Es una buena opción si estás en forma y quieres una subida rápida pero intensa.
  • Ruta Omoto: Esta es la más larga y puede tomar entre 2 y 3 horas para llegar a la cima. Perfecta para aquellos que buscan una caminata más prolongada y menos transitada.

Independientemente de la ruta que elijas, asegúrate de llevar agua, calzado cómodo y estar preparado para una buena caminata. Subir y bajar a pie puede ser exigente, así que es mejor intentarlo si estás en buena forma física.

Para planificar mejor tu recorrido y aprovechar al máximo tu tiempo en Miyajima, te recomiendo echar un vistazo al mapa disponible en la página oficial, donde podrás ver todas las opciones de rutas y puntos de interés.

Subir en teleférico al Monte Misen

Si prefieres una opción más relajada o simplemente no dispones de tanto tiempo, el teleférico es una excelente alternativa. El trayecto en teleférico se divide en dos tramos.

Para llegar al teleférico, puedes tomar un autobús lanzadera gratuito desde el Parque Momijidani, o caminar unos 10-15 minutos desde el santuario de Itsukushima. Los billetes para el teleférico se pueden comprar en tiendas cercanas al parque o en la entrada del teleférico, aunque suele haber colas, especialmente en temporada alta.

El teleférico te llevará hasta la estación de Shishiiwa, que se encuentra a una altitud de 433 metros. Aquí, se encuentra un mirador que ofrece unas vistas espectaculares del entorno. Si tienes algo más de tiempo y energía, te animo a continuar la caminata hasta la cima del Monte Misen. El trayecto adicional te llevará unos 30 o 40 minutos, durante los cuales podrás descubrir algunas de las “siete maravillas del Monte Misen”, una serie de curiosidades naturales y espirituales que hacen que el esfuerzo valga la pena.

Si decides bajar caminando después de subir en teleférico, puedes optar por la ruta Daisho-in, que es la menos empinada y pasa por el templo del mismo nombre. Así que, si tienes tiempo y energía, te recomiendo probar ambas experiencias: subir en teleférico y bajar caminando.

  • El viaje en teleférico tiene un precio de 1.800 yenes por persona para el viaje de ida y vuelta, o 1.000 yenes si solo eliges subir o bajar.
  • El horario de funcionamiento es de 9:00 a 17:00, aunque puede cambiar según la temporada y las condiciones meteorológicas.
  • Puedes consultar los horarios del autobús lanzadera aquí.

Templo Daisho-in

Si hay un lugar en Miyajima que me dejó sin palabras, fue el templo Daishō-in. Este complejo budista es uno de los tesoros ocultos de Japón y una parada obligatoria para cualquiera que visite la isla. Aunque muchos llegan atraídos por el famoso santuario de Itsukushima, es Daishō-in el que realmente captura el corazón de los viajeros.

Ubicado en la base del monte Misen, Daishō-in es un templo de la secta Shingon, fundada por Kobo Daishi, una figura clave en la historia del budismo japonés.

El templo es un conjunto de rincones mágicos. Desde el imponente salón Kannon-do hasta el salón Maniden, cada paso te lleva a descubrir algo nuevo. Me encantó perderme entre sus jardines, llenos de pequeñas estatuas jizo, muchas de ellas con gorros y baberos de lana, todos diferentes entre sí. Estas figuras, que suelen proteger a los niños y viajeros, le dan un toque especial al lugar.

Al llegar al templo Daishō-in, una de las primeras cosas que te llama la atención son las escaleras que te conducen al complejo principal. Pero estas no son unas escaleras comunes; a lo largo de ellas, encontrarás una serie de cilindros giratorios que, a simple vista, pueden parecer simples adornos. Sin embargo, estos cilindros están grabados con inscripciones en sutra, el idioma tibetano utilizado en la oración budista.

Se dice que girarlos mientras subes las escaleras tiene el mismo efecto que leer las escrituras sagradas. Es una práctica que permite a los fieles rezar de manera más eficiente, ya que cada giro es considerado una oración, lo que significa que, al llegar a la cima, ya están espiritualmente bendecidos.

Otro rincón fascinante es la cueva que alberga 88 estatuas, cada una representando un templo de la famosa Peregrinación de Shikoku. La atmósfera aquí es simplemente mágica, con la luz tenue y el sonido del agua que fluye suavemente por los alrededores.

  • La entrada al templo Daisho-in es gratuita.
  • El horario de apertura es de 8h a 17h.

Dónde comer en Miyajima

Miyajima no solo es famosa por sus paisajes y templos, sino también por su rica gastronomía, profundamente influenciada por su entorno isleño. Si eres amante del buen comer, aquí te cuento dónde puedes disfrutar de las delicias locales durante tu visita.

La especialidad más destacada de Miyajima son las ostras, que puedes encontrar en casi cualquier rincón. Ya sea que las prefieras a la parrilla, fritas o en un menú completo, no puedes dejar de probarlas.

Otra joya culinaria es el anago meshi, un delicioso plato de anguila asada sobre arroz, perfecto para aquellos que quieren disfrutar de los sabores tradicionales.

Y si tienes un antojo dulce, no te pierdas los momiji manju, unos esponjosos bollitos en forma de hoja de arce, rellenos de distintos sabores. Son irresistibles y, con un precio de alrededor de 300 yenes por unidad.

Si te preguntas dónde puedes degustar todas estas delicias, las calles principales de Miyajima, Omotesando y Machiya, están repletas de restaurantes y puestos de comida.

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¿Un día en Miyajima es suficiente?

Si bien puedes explorar Miyajima en un día, dedicarle una noche te permitirá saborear su tranquilidad y belleza sin prisas. Cuando cae la noche y los turistas se retiran, la isla adquiere una serenidad única. Además, la iluminación nocturna del santuario y del torii añade un toque especial a la visita.

La elección entre una excursión de un día o una estancia más larga depende de cuánto tiempo tengas y de cómo prefieras disfrutar tu visita. Si tu itinerario es ajustado, un día es suficiente para captar la esencia de la isla.

Así que si tenéis tiempo, te recomendamos dormir en Miyajima para poder disfrutar de la isla en distintos momentos del día, desde el amanecer hasta el atardecer, y ver el cambio de la marea alta a baja.

Además, alojarte en un ryokan es una experiencia que va más allá del simple hospedaje. Estos alojamientos ofrecen una inmersión cultural completa, con habitaciones de tatami, futones y cenas tradicionales kaiseki. La serenidad de la noche en Miyajima, cuando la mayoría de los turistas ya se han ido, es algo verdaderamente especial 😊.

Dónde alojarse en Miyajima

Aunque alojarse en Miyajima puede ser más caro de lo que estás acostumbrado en otras partes de Japón, la experiencia de pasar una noche en la isla vale cada yen. La tranquilidad, el contacto con la naturaleza y la posibilidad de disfrutar de la isla sin las multitudes hacen que valga la pena rascarse el bolsillo por una noche.

Miyajima es pequeña, con unas pocas casas que bordean la costa y el resto de la isla cubierto por una frondosa vegetación. No encontrarás grandes hoteles ni una cantidad infinita de opciones, pero lo que sí encontrarás son algunos ryokanes (posadas tradicionales japonesas) que ofrecen una experiencia inigualable.

Eso sí, es fundamental que reserves tu alojamiento con bastante antelación. La isla tiene un número limitado de opciones, y las habitaciones se llenan rápido, especialmente durante la temporada alta y los fines de semana.

Durante nuestra última visita a la isla, nos alojé en el Hotel Sakuraya, un ryokan encantador ubicado en el paseo marítimo, a pocos minutos a pie de la estación del ferry y del famoso santuario de Itsukushima. El Sakuraya es una excelente opción si buscas una experiencia tradicional a un precio relativamente razonable. Las habitaciones son sencillas, con tatami y futones, y además cuenta con un onsen en la planta baja, ideal para relajarte después de un día de exploración.

Otras opciones que nos llamaban mucho la atención eran el Hotel Jukeiso y el Hotel Iwaso, dos ryokanes un poco más caros pero con instalaciones más lujosas y un onsen espectacular. Lamentablemente, cuando intentamos reservar, ya no quedaban habitaciones disponibles. Por eso insisto en la importancia de reservar con tiempo, sobre todo si tienes un lugar específico en mente.

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Cómo llegar a la isla de Miyajima

Llegar a Miyajima es sencillo, pero requiere un pequeño viaje en ferry, ya que la isla está separada del continente. Aquí te cuento cómo puedes hacerlo, dependiendo de dónde te encuentres en Japón.

Cómo llegar a Miyajima desde Hiroshima

La forma más común de llegar a Miyajima es partir desde Hiroshima. Tienes dos opciones:

  1. En tren JR Sanyo Line: Desde la estación de Hiroshima, puedes tomar un tren de la línea JR Sanyo hasta la estación de Miyajimaguchi, aproximadamente unos 25 minutos. Desde ahí, solo tendrás que caminar unos minutos hasta el muelle para tomar el ferry hacia la isla. Este trayecto en tren está incluido en el Japan Rail Pass , al igual que el ferry operado por JR, que te lleva a Miyajima en unos 10 minutos.
  2. En tranvía Hiroden: Si te encuentras en el Parque de la Paz de Hiroshima, otra opción es tomar el tranvía Hiroden línea 2 hasta la estación Hiroden-Miyajimaguchi. Este trayecto dura unos 40 minutos y es una alternativa cómoda si estás explorando Hiroshima antes de dirigirte a Miyajima. Ten en cuenta que el tranvía no está incluido en el JR Pass.

Una vez llegues a Miyajimaguchi tendrás que tomar el ferry. Hay dos compañías que operan estos ferries: JR y Matsudai. Ambos tardan unos 10 minutos en llegar a la isla. Si tienes el JR Pass, te recomiendo usar el ferry de JR, ya que está incluido en el pase.

NOTA: Recuerda que, desde el 1 de octubre de 2023, hay una tasa turística de 100 yenes que deberás pagar antes de abordar el ferry. Esta tasa no se aplica a los niños que aún no están en primaria. Puedes pagarla en las ventanillas o en las máquinas habilitadas para ello.

El primer ferry suele salir a las 6:25 am y el último de regreso es a las 22:14, así que planifica bien tu visita para no perder el último. En este enlace podrás comprobar los horarios del ferry.

Cómo llegar a Miyajima desde otras ciudades de Japón

Si estás en otras partes de Japón, también es fácil llegar a Miyajima. Aquí te explico cómo hacerlo desde algunos de los principales puntos del país:

  • Desde Kioto: Puedes tomar un shinkansen (tren bala) de la línea Sanyo Shinkansen hasta Hiroshima, lo cual tarda aproximadamente 1 hora y 40 minutos. Desde la estación de Hiroshima, sigue las mismas instrucciones que desde Hiroshima para llegar a Miyajimaguchi y luego a Miyajima.
  • Desde Osaka: Al igual que desde Kioto, toma un shinkansen de la línea Sanyo Shinkansen hasta Hiroshima, en un trayecto que dura alrededor de 1 hora y 20 minutos. Luego, simplemente sigue las indicaciones para tomar el tren hasta Miyajimaguchi y el ferry a Miyajima.
  • Desde Tokio: Aquí el viaje es un poco más largo, pero sigue siendo cómodo. Toma un shinkansen de la línea Tokaido Shinkansen hasta Shin-Kobe u Okayama, y luego cambia al shinkansen de la línea Sanyo Shinkansen hasta Hiroshima. Este viaje dura unas 4 horas y 20 minutos en total. Una vez en Hiroshima, puedes seguir las mismas instrucciones que desde Kioto u Osaka.
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